Historia De La Piedra Mona
Durante siglos después de la conquista, los indios de la región lucharon contra la conquista española rebelándose en la región contra los terratenientes, incluidas las iglesias que controlaban la mayor parte de las tierras y la gente en ellas.
Durante una de estas rebeliones los indígenas atacaron la iglesia de Real Alto. Las familias mineras escondieron a la Virgen del Rosario en una antigua cueva en la montaña habitada por demonios. Si bien la Virgen fue trasladada más tarde, supuestamente desterró a muchos de ellos a los vientos. Se dice que estos demonios aún habitan en las montañas que rodean el pueblo. Los sonidos de sus quejas llenan las noches de chirridos, en las noches de tormenta.
Hace muchos años vivía en San Sebastián una mujer que nació en una familia de infelices. Eran inteligentes e infelices. Eran guapos e infelices. Eran privilegiados en riqueza y posición pero infelices. No sabían apreciar nada porque eran inseguros. Y eran inseguros porque eran egoístas y malos entre ellos.
Aunque económicamente cómodos, siempre temían que alguien más lo tuviera mejor. Aunque eran guapos, les molestaban los cumplidos que se hacían alabando la belleza de los demás. Debido a que eran inteligentes, pero sin educación, nunca pudieron admitir su ignorancia y, en cambio, insistieron en tener razón. Esta inseguridad se transmitió a su hija desde una edad temprana.
La familia había sido maldecida por la insatisfacción durante generaciones. Su padre y su madre nunca hacían un cumplido sin una advertencia. “Es posible que hayas ganado un premio en la escuela, pero considera tu competencia”. “Tu vestido nuevo te hace ver menos gorda”. "Tienes tanta confianza para alguien con tus habilidades".
Entonces la niña se convirtió en una mujer difícil de complacer. En su primer matrimonio, su marido desapareció inexplicablemente un día después de que ella tuviera su primer hijo.
No vivía bien sola y rápidamente buscó otro marido. Como ella y su familia no eran muy populares en el pueblo, buscó en el pueblo vecino de Hermita y sedujo a un joven de la mitad de su edad.
Se casó con este joven en su adolescencia porque pensó que podía convertirlo en el hombre que quería. Fue un buen padre para la niña y la crio como si fuera suya y trató de contrarrestar la naturaleza venenosa de su madre. Pero a medida que pasaban los años y el hombre maduraba se dio cuenta de que su familia no era saludable. Trató por todos los medios de complacerla y ser el hombre y el padre que ella esperaba, pero las expectativas parecían cambiar con su estado de ánimo y nunca lo hacía bien.
Así que un día él le dijo que quería divorciarse. La mujer se enojó y se mostró condescendiente durante semanas. Ella dijo: “Eres gorda y estúpida y ninguna otra mujer te aguantará. Sin mí estarás perdido. Eres crédulo. Todos se aprovecharán de ti y te usarán sin mi sentido común para controlar tu estúpida naturaleza”. Sin embargo, el hombre seguía convencido de que era su único recurso, ya que quería ser feliz y aún era joven con esperanza para el futuro.
Así que la mujer cambió de estrategia. Ella comenzó a hablar dulcemente. Ella se disculpó por su comportamiento anterior y le pidió que lo intentara de nuevo. El hombre era crédulo como ella había dicho. No porque fuera estúpido, sino esperanzado y positivo. Entonces sus coqueteos engañaron al hombre y comenzaron de nuevo.
En cuestión de meses ella dijo que estaba embarazada de su hijo y él estaba eufórico. Él siempre había querido tener un hijo propio, pero ella lo había convencido de que era estéril. ¡Había ocurrido un milagro!. Estaba tan feliz que comenzó a ir a Real Alto a rezarle a la Virgen del Rosario para pedirle que ayudara a su esposa a continuar con su buen comportamiento para que ellos pudieran ser felices.
La Virgen escuchó sus oraciones y sabiendo que su corazón era puro decidió proteger su felicidad contra todos los ataques.
Pero la paz y la tranquilidad en su hogar no duraron mucho. Su esposa le había mentido. No estaba embarazada y, como siempre, había tomado precauciones para no quedar atrapada de nuevo con otro mocoso. “Era tan crédulo”, pensaba en privado cada vez que él le preguntaba cómo se sentía. Después de que él renovó su compromiso con ella, su comportamiento comenzó a cambiar. Al principio cambió gradualmente, con solicitudes de obsequios y consideraciones especiales que pronto se convirtieron en demandas y luego en expectativas. Expectativas que pronto se tornaron amargas y violentas.
Así que un día el hombre le dijo a su esposa que sabía que su embarazo era difícil y le causaba muchas molestias pero que junto con el amor y la protección de la Virgen podrían ser felices. Le dijo que la Virgen se había comunicado con él en la iglesia de Real Alto y le prometió que su felicidad estaba asegurada.
Al oír esto, la esposa se indignó. “Qué tonto creer en el poder de los Santos”, pensó. Pero en las semanas que siguieron empezó a tener celos del favor que su marido decía tener con esta Virgen y determinó visitar a la Virgen y robarle el sustento, porque si alguien tenía derecho a la felicidad si era ella.
Así que un día, mientras caminaba por las calles de San Sebastián, miró hacia los cerros y vio a La Bufa y recordó el alarde de su esposo de que la Virgen velaba por su felicidad. Decidió, en ese mismo momento, ir ella misma y llevar sus quejas directamente a la Virgen.
Así que empezó a subir la colina hacia Real Alto. Era de mañana, así que el aire estaba fresco y el cielo despejado. No era tan difícil como pensaba mientras subía. Pero a medida que cada giro parecía exponer a otro en el camino, y mientras daba vueltas y vueltas en cada giro, se preguntó si alguna vez llegaría a la cima.
Se había ido de la ciudad sin pensar y no trajo comida ni agua, por lo que comenzó a cansarse y tener sed cuando el sol salió en el cielo. Mientras subía, se puso más y más sudorosa, hambrienta e incómoda. Cuando estaba desesperadamente cansada y sedienta, se detuvo a considerar su situación y notó que había recorrido más de la mitad del camino, por lo que ya no podía pensar en regresar, sino que debía continuar hacia Real Alto.
Empezó a maldecir su desgracia. Escupió insultos primero a su estúpido marido que la hizo creer en santos estúpidos y luego a la misma Virgen. Entonces, justo cuando llegaba a la curva del camino, donde se ve el chapitel de la iglesia del Real Alto, estalló en una furia que maldijo su trepada y sus miembros doloridos.
La mujer pensó que estaba sola pero la Virgen escuchó sus llamadas y las ignoró deliberadamente porque sabía que el mejor castigo para los malvados es dejarlos solos. Así que la dejó sola para sufrir su destino.
Y el destino dio un giro. Los vientos demoníacos de la montaña, desterrados de su hogar en la cueva cercana, reconocieron un alma gemela en la mujer insatisfecha y decidieron que les pertenecía. Sin la protección de la Virgen actuaron rápidamente para reclamar su alma.
Los vientos demoníacos de la montaña soplaron ferozmente cantando junto con sus quejas. Pronto sus canciones sonaron como un largo rugido, un encantamiento demoníaco que la convirtió en piedra.
La roca de piedra, donde se detuvo al ver el templo, todavía es visible. Está desgastado por el tiempo y el tiempo, pero aún muestra la imagen de la mujer insatisfecha de San Sebastián.
Así se cumplió la promesa de la Virgen y se aseguró la felicidad del hombre para el resto de su vida. Y su hija creció en un hogar de esperanza, optimismo y amor y rompió para siempre la maldición de la insatisfacción.
History of the Piedra Mona
For centuries after the conquest the Indians of the region fought the Spanish conquest by rebelling against their new landlords, including the churches which controlled most of the lands and the people on it.
During one of these rebellions the natives attacked the church in Real Alto. The mining families hid the Virgen del Rosario in an ancient cave in the mountains inhabited by demons. While the Virgen was later moved she supposedly banished many of them to the winds. It is said that these demons still inhabit the mountains surrounding the town. On stormy nights the sounds of their complaints fill the nights with screeching sounds.
Many years ago there lived, in San Sebastian, a woman , who was born to a family of unhappy people. They were intelligent and unhappy. They were handsome and unhappy. They were privileged in wealth and standing but unhappy. They did not know how to appreciate anything because they were insecure. And they were insecure because they were selfish and mean to one another.
Although comfortable financially they were always afraid someone else had it better. Although they were good looking they resented compliments made praising the beauty of others. Because they were intelligent but uneducated they could never admit their ignorance and instead insisted on being right. This insecurity was passed on to their daughter from an early age.
The family had been cursed by dissatisfaction for generations. Her father and mother never gave a compliment without a caveat. “You may have won an award at school but consider your competition.” “Your new dress makes you look less fat.” “You’re so confident for someone with your abilities.”
So the girl grew into a woman who was difficult to please. In her first marriage her husband inexplicably disappeared one day after she had her first baby.
She did not live well alone however, as she, herself ,did not find her own company satisfying, and so quickly made a search for another husband. As she and her family were not very popular in the village she looked in the neighboring village of Hermita and seduced and young man half her age.
She married this young man in his teens because she thought she could make him into the man she wanted. He was a good father to the girl and raised her as her own. Over the years he tried to counter her mothers’ venomous nature with kindness, love and acceptance. As the man matured however, he noticed, that his family was not a healthy one. He tried in every way to please his dissatisfied wife; be the man and father she expected, but the expectations seemed to change with her mood and he never got it right.
So one day he told her that he wanted to divorce. The woman got angry and condescending for weeks on end. She said many hateful things like: “You are fat and stupid and no other woman will ever put up with you. Without me you will be lost. You are gullible. Everyone will take advantage of you and use you without my good sense to control your stupid nature.” However the man remained convinced it was his only recourse as he wanted to be happy and was still young and had hope for the future.
So the woman changed her strategy. She began to talk sweetly. She apologized for her past behavior and asked him to try again. The man was indeed very gullible as she had said; not because he was stupid but because he was hopeful and positive. So her flirtations fooled the man and he agreed to begin again.
Within months she said that she was pregnant with his child and he was elated. He had always wanted a child of his own but she had convinced him that he was sterile. A miracle had happened!. He was so happy he began to go to Real Alto to pray to the Virgen de Rosario to ask her to help his wife continue her good behavior so that they could be happy.
The Virgin heard his prayers ,and, knowing his heart was pure, decided to protect his happiness against all attacks.
But the peace and tranquility in his household did not last long. His wife had lied to him. She was not pregnant and had, as always, used precautions against getting trapped again with another brat. “He was so gullible”, she thought privately whenever he inquired how she felt. After he renewed his commitment to her, her behavior began to change. She changed gradually at first, with requests for special treats and considerations that soon turned to demands, then, expectations. Expectations that soon turned bitter and violent.
So one day the man told his wife that he knew her pregnancy was difficult and caused her much discomfort but together with the love and the protection of the Virgen they could be happy. He told her that the Virgen had communicated to him in the church in Real Alto and promised him that his happiness was assured.
On hearing this the wife got indignant. “What a simpleton to believe in the power of Saints”, she thought. But in the weeks that followed she began to grow jealous of the favor her husband claimed to have with this Virgin and determined to visit the Virgin and steal her support for herself, for if anyone had a right to happiness it was her.
So one day, while walking the streets of San Sebastian, she looked up into the hills and saw La Bufa and was reminded of her husband's boast that the Virgen looked out for his happiness. She decided, at that very moment, to go herself and bring her complaints directly to the Virgen.
So she started off up the hill toward Real Alto. It was morning so the air was cool and the sky clear. It was not as hard as she thought as she climbed. But as each turn appeared to expose another in the road, and as she wound around and around each curve, she wondered if she would ever make it to the top.
She had left town on an impulse and failed to bring food or water ,so she began to tire, and get thirsty, as the sun rose in the sky. As she climbed she got more and more sweaty, hungry, dusty and uncomfortable. When desperately tired and thirsty, she stopped to consider her situation, but noticed that she was more than half the way up, so she could no longer think of returning but instead had to continue toward Real Alto.
She began to curse her misfortune. She spit out insults first to her stupid husband who made her believe in stupid Saints and then to the Virgin herself. Then just as she reached the curve in the road, where the spire of the church of Real Alto is visible, she burst into fury that cursed her climb and aching limbs.
The woman thought she was alone but the Virgen heard her calls and deliberately ignored them as she knew that the best punishment for the wicked is to leave them to themselves. So she left her alone to suffer her fate.
And fate soon found her isolated and vulnerable in the hills. The demon winds of the mountain, banished from their home in the cave nearby, recognized a kindred soul in the dissatisfied woman and decided she belonged with them. Without the protection of the Virgen they acted quickly to claim her soul.
The demon winds of the mountain blew fiercely singing along with her complaints. Soon their common howls sounded like one long roar, a demonic incantation that turned her to stone.
That stone rock, where she stopped in the sight of the temple, is still visible. It is worn by weather and time, but still shows the image of the dissatisfied woman of San Sebastian.
So the Virgin's promise was fulfilled and the man’s happiness was assured for the rest of his life. And his daughter grew up in a household of hope, optimism and love and broke the curse of dissatisfaction forever.